Descripción
Enrique Bunbury tras finalizar en 1996 su etapa con uno de los grupos más emblemáticos e importantes del rock estatal: Héroes del Silencio, se embarcó un año más tarde en su proyecto personal: con su carrera en solitario.
“Como solista –según el libro Diván, conversaciones con Enrique Bunbury, de Javier Losilla- gané en libertad y en una rapidez de movimientos que no tenía Héroes. Héroes era un dinosaurio con una maquinaria ya muy pesada y todos los movimientos eran muy torpes y lentos… Yo puedo decidir ahora mismo que mañana me voy a México. No me cuesta nada tomar decisiones”.
Las canciones de “Radical Sonora” se cocieron a fuego lento. Muchas las compuso durante la gira de “Avalancha” (1995) e iba grabando canciones (Alicia, Encadenados, Servidor de Nadie, Salomé) en estudios de Los Ángeles, Guatemala y Puerto Rico.
Editado en 1997 por Chrysalis, el álbum contiene una diversidad de culturas haciendo un cancionero rico en diversidad musical (desde el rock electrónico a sonidos árabes hasta el tecno-rock más psicodélico…), rompedor, comprometido (se alejaba del estilo que hacía con Héroes) y más personal que nunca, llamado “Radical Sonora”. Que no pretendía ser una aproximación como el recién disco dance / electrónico de U2 “Pop”, sino que quería fusionar la cultura española con lo árabe y lo andalusí.
Sin duda alguna el disco es una belleza, porque como los buenos directores, Enrique Bunbury quiso experimentar nuevos terrenos musicales, nuevos campos introspectivos, dando a conocer a la cara y voz más fértil del zaragozano. El problema que han tenido muchos líderes que siguen con su carrera en solitario es que se han estancado o no han sabido abandonar el pasado. Enrique se adentró con valentía en hacer un disco atemporal.
Es un disco (a mi parecer) de reencuentro, no sólo porque hace y deshace al elaborar este álbum en solitario, sino porque está producido por Phil Manzanera (quien trabajó junto con Héroes del Silencio en 1991 con “Senderos de Traición” y en 1993 con “El Espíritu del Vino”), aportando una manera de trabajar y de producir muy elaborada, además de colaborar en alguna canción a las guitarras y a los samples.
Se recupera la filosofía de banda: Alan Boguslavsky, Copi, Del Morán y Ramón Gacías.
El guitarrista rítmico de Héroes del Silencio desde 1993, Alan Boguslavsky colaboró en este primer álbum a las guitarras y composición junto con Copi Corellano (realizó algunas grabaciones también con Héroes) a los teclados; a la batería Ramón Gacías y el bajista Del Morán.
El álbum se grabó y mezcló entre marzo y junio del 1997 en los estudios de Phil Manzanera: Gallery Studios, Surrey (U.K), masterizado en Metropolis Studios, Londres (U.K.) y preproducido entre enero y marzo del 1997 en Salomé Studio de Zaragoza (España).
Tras la fecha de su publicación, en 1997, no tuvo por desgracia, tan buena acogida ni el apoyo deseado. Aunque a la larga, como casi todos los discos, se le ha reconocido una evolución creativa sorprendente encontrando así un disco espléndido.
La portada vemos al rostro un Bunbury maquillado recordando al disco “Bandido” (1984) de Miguel Bosé, ambos tienen en común su veneración por David Bowie dando vida corpórea al rock, y como el disco “Load” (1996) del grupo Metallica, Enrique ofreció una nueva imagen, con el pelo corto, abandonando así su pasado y cerrando un capítulo de su vida para abrir otro.
Un capítulo nuevo donde acompañado de una gran banda y un gran productor como Phil, Enrique se adentró en nuevos terrenos como la electrónica y la necesidad de explorar nuevos caminos. Con un diseño muy exquisito, la promoción se filmó en Marruecos y las fotografías fueron hechas durante el recorrido entre Tánger y el Sahara.
Encontramos doce canciones, sin embargo la edición para América Latina no incluyó el tema “Nueve”. Existió una edición limitada de doble CD para Europa, el segundo disco fue un CD-ROM con contenido multimedia (una entrevista a Enrique y un “Making of” de “Radical Sonora” de aproximadamente 10 minutos de duración y el videoclip del tema “Salomé”).
BIG-BANG
Empezamos como en una película, en una cena, en un restaurante de renombre en Marruecos (se escucha alguna canción tradicional), y un señor, da la bienvenida a un artista, de esta manera, da paso a la primera canción. Según el maravilloso libro “Diván, conversaciones con Enrique Bunbury”, de Javier Losilla, Enrique comenta “A raíz de “Radical Sonora” me he quitado el miedo hacia la utilización de la tecnología y de las máquinas en la música; sobre todo, de determinadas máquinas como el ordenador.”
Efectivamente, es interesantísima esta fusión para los que venimos escuchando el rock contundente con la banda de Héroes que con su carrera en solitario, es la otra cara de la moneda.
Gran canción para empezar, con fuerza y energía. Lanza un mensaje de superación personal hacia los deseos con “Derrumba los muros, abre las puertas, deshazte los nudos que te sujetan. Rompamos barreras, cortad ataduras que tanto te alejan de aquello que buscas” y la constante lucha en ser uno mismo con “¿qué decides?, ¿qué prefieres?, tú eliges, ¿qué?”
NEGATIVO
Canción con un cierto vigor a rock. Maravillosa aportación a Alan Boguslavsky a las guitarras, geniales riffs. Un tema muy personal para Enrique cuando nombra al bar en Zaragoza dedicado a su anterior banda “…pero algunos momentos serán difícil de olvidar: La estación del Silencio…” y tiene una especial atención con su pasado y sus influencias cuando dice “programas de Cachi en la radio, Menos Quince y Disco Actualidad, discos de Elvis y Bowie rayados, Interferencias, La Muestra y además, las noches del B.V. 80 escapando a tocar… ”
ENCADENADOS
Un tema hipnótico, maravilloso. Nos adentramos en ése desierto cálido del Sahara. Un tema que nos envuelve en paz interior con un mensaje de perdón y compasión: “Pediré perdón por todos mis pecados para vivir encadenados”. Fabuloso estallido al final de la canción.
Nigel Butler colabora en la programación extra.
CONTRACORRIENTE
Una de mis favoritas del disco. Con una fusión, fortaleza y energía espléndida. Compuesta y escrita por E. Bunbury y Alan Boguslavsky, hacen que sea una gozada los instrumentos de Marrakech y Túnez fusionados con los loops y programación a la vez que las guitarras y en especial el e-bow de Alan.
PLANETA SUR
Otro tema compuesto por el tándem Bunbury/Boguslavsky. Una canción que transporta a un viaje a otro mundo.
Nigel Butler colabora en la programación extra.
ALICIA (Expulsada al País de las Maravillas)
Recuerdo que cuando la escuché por primera vez me quedé embelesado por como se han utilizado los instrumentos y las letras en esta grabación. Es preciosa. Es mi joya favorita. “Alicia dice que te quiere cuando ya te ha abandonado”. Creo que es una perfecta unión de delicadeza y buen rock, un lazo de seda alrededor de una bomba de relojería.
Lewis Carrol estaría orgulloso de escuchar esta canción.
SALOMÉ
Fue el single del disco, un maravilloso tema. Según declaraciones de Enrique para Diván, conversaciones con Enrique Bunbury, de Javier Losilla, comenta: “la Salomé de la canción es el mito femenino de lo que son capaces de pedirnos las mujeres a los hombres, sabiendo, además, que con sus maravillosos encantos lo van a conseguir.”
Queda patente que la canción es una oda a la mujer cuando dice “Mataré si debo, te ayudaré si debo, sólo dime qué he de hacer y si recuerdas tu sueño, dime, ¿estoy en él?”
Magnífica, llena de vida. Preciosos violines a cargo de Waeil Abo Baker y Emile Bassili.
SERVIDOR DE NADIE
Un tema donde la letra (muy personal) es la base de la canción. “Servidor de nadie soy” proclama Enrique Bunbury, tal vez queriendo librarse de las cadenas que antes tenía con Héroes (los compromisos, las responsabilidades, los contratos…).
DESPACIO
Habla de una filosofía de la existencia conectada con una cierta espiritualidad. Enrique comentó en el libro “Diván, conversaciones con Enrique Bunbury”, de Javier Losilla, sobre esta canción “tiene mucho que ver con esto porque era una canción sobre el latido de la tierra. Comenté incluso en una conversación que la tierra tiene una nota musical, dentro de la escala cósmica.”
Impresionante letra, cargada de existencialismo: “la llamada del cobre, de la bóveda celeste, el azafrán y el polen a la hora del poniente.”
Maravilloso tema lento, donde hay que atender en especial atención al hammond y sintetizador de Copi, a la programación y loops de Gacías fusionado con el bajo de Moran y la programación extra de Nigel Butler.
POLEN
Otra joya de canción. Adoro las guitarras del maestro Alan Boguslavsky, que contundencia y gran sonoridad con cautivadoras letras: “Esos ojos quebrados de vidrio danzando como un tio vivo, edredón de nubes trenzado en algodón, enciende las luces llévanos.”
Preciosos instrumentos, dando calidez a esta maravillosa canción. “Lengua de fuego, dulce sueño, venid y decidme qué deseo… ¡poleeen!”.
NUEVE
Tema dedicado a la que fue su novia Nona Rubio: ”oro es su piel, Nueve es su nombre”. Un tema donde encontramos al mejor Enrique; el mejor poeta: “…y pongo a sus pies mis venas, para que mi sangre sirva de limosna y lo que abrevien las distancias lo engrandezca mi memoria”.
Qué belleza de canción cuando aparece el piano de Copi.
ALFA
Último tema para cerrar el álbum. Un ambiente muy tranquilo, electrónico, estilo chill out. Exquisitamente Alan Boguslavsky con un gran sólo de guitarra. Nuevamente una letra inflamable para algunos medios de comunicación: “quien sabe no habla, quien habla no sabe” que critican (y han criticado mucho la carrera de Héroes del Silencio) sin conocer o escuchar verdaderamente su música. Detalle final al escucharse un cohete alejándose para despedir un gran álbum.
Fuente: Kaosenlared
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