Descripción
Treinta y seis años después de que Sonic Youth reventaran los códigos del rock, las canciones de Moore siguen siendo totalmente reconocibles en sus armonías vocales y los característicos juegos de guitarras. Aunque ahora, la serenidad de la madurez se impone sobre la rabia juvenil. Y Sedwards, que se marca solos de guitarra de una ortodoxia que habría escandalizado a unos cuantos indies de los noventa, gana más protagonismo. De la calma del prólogo de “Exalted” y su violenta explosión central con ecos tibetanos a la trepidación de “Cusp” y las turbulencias de “Turn On” (con ese estribillo esquinado que es puro Sonic Youth) o las guitarras desgarradas y ariscas de “Aphrodite” y su tremendo bajo en bucle, el álbum muestra, de nuevo, hasta dónde puede llegar el lenguaje del rock en su más amplia acepción. Todo, incluyendo el sonidazo conseguido en el estudio The Church junto al ingeniero Paul Epworth (Coldplay, U2), remite a un músico tan inquieto como dominador de su lenguaje, y consciente de tener un pedazo de banda con la que puede pasar de un extremo al otro en segundos.
Fuente: Mondosonoro
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