Descripción
1985 fue un año de movidas políticas para Frank. La administración Reagan y en concreto las esposas de los mismos, quintaesencia de la mojigatería y la beatitud recalcitrante, pretendían que sus maridos creasen y aprobasen leyes para una férrea censura dentro de la música rock y sus letras. Como sabemos Zappa ya estaba en el punto de mira del sistema porque tanto sus letras, espectáculos, música y comentarios ácidos, siempre habían estado dirigidos a la base misma de las instituciones más reaccionarias de la vida americana. La censura hacia su persona y sus actividades fue constante y con la llegada del ala dura republicana, raro sería que no intentasen hacerlo desaparecer. EEUU, con toda su publicidad de libertades, es uno de los países conservadores más duros que uno pueda imaginarse. Su creencia religiosa roza lo infantil y sus valores tradicionales avergüenzan a cualquier país europeo por rancio que pueda considerarse. Su visión de la moral llega al ridículo y la estupidez. De hecho un Zappa europeo no habría podido existir. Un díscolo en el país del dólar sería el equivalente a un podemita tocando los cojones en el seno del PP. Los yanquis se escandalizan por cosas que en cualquier país europeo, salvo España claro, serían normales.
Este es uno de los discos más politizados de Frank zappa y fue consecuencia de la caza de brujas a la que fue sometida su figura. Llegó a presentar una imaginaria (supongo) candidatura a la presidencia de EEUU y estaba más que cabreado por la idiotez congénita que las autoridades vertían sobre su persona y sus actividades. El defendió ante las instituciones su trabajo y tuvo que lidiar con los más tontos de cada casa. La esposa de Al Gore fue una de las puritanas escandalizadas. La luz que vela por América, consideraron los discos de Zappa y otros músicos de la época, como aberrantes ejemplos de moral cristiana y de las sanas costumbres de la familia tradicional americana, algo así como pornografía pura. Zappa para celebrar el evento sacó al mercado este disco. En lo musical Meets the Mothers no se diferencia mucho de otros de la misma época: piezas directas y fáciles con alguna excepción como What´s new In Baltimore o incluso Alien Orifice buenos instrumentales del mejor Zappa. Meets… se abre con la pegadiza We´re turning again. Encontramos viejas glorias como Johnny Guitar Watson y regustos de jazz de salón como Yo Cat´s y en general un disco ecléctico donde tendría ocasión de cagarla en los inaguantables 12 mtos de las guerras porno con más sátira política y social que música.
Fuente: Rockliquias
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