Descripción
Aunque rechazada inicialmente por Pete Townshend, la idea de realizar una película documental retrospectiva para presentar la trayectoria y grandeza del grupo durante la última década cobró forma y se materializó en un éxito masivo tras su estreno en el festival de Cannes de 1979. Cuando los miembros de The Who volvieron a juntarse en 1977 para participar con nuevas grabaciones, ni siquiera habían comenzado con el Who Are You y el estado de forma de la banda no era el mejor, como atestigua la única canción aquí incluida de ese retorno (‘My Wife’), pero pronto recuperarían su forma habitual, excepto el batería, quien fallecería meses antes del estreno de la película. Así pues, quedaría para la posteridad como todo un homenaje no solo a la insuperable trayectoria del grupo, sino también a la memoria de Keith Moon.
Por supuesto, es mucho mejor ver la película, puesto que escuchar ‘My Generation’ del programa The Smothers Brothers Comedy Hour de 1967 sin ver la explosión final que dejó secuelas de sordera en Townshend que se agravaron con la edad; o la insuperable interpretación de ‘A Quick One, While He’s Away’ en el Rolling Stones Rock and Roll Circus de 1968 sin las correspondientes imágenes, por poner solo dos ejemplos, no provocan obviamente el mismo impacto. Aunque es cierto que también hay casos en que en la película solo vemos un extracto de una actuación y aquí al menos podemos escucharla en su completitud. Lo que no se entiende es incluir canciones que aparecen en playback (o al menos lo parece) para su correspondiente actuación en televisión, como es el caso de ‘I Can See For Miles’ (que no aparece en la película) o ‘Tommy Can You Hear Me?’, las cuales no presentan ninguna diferencia respecto a la versión de estudio, al menos de manera perceptible. Lo que sí vuelven a repetir es ‘Long Live Rock’, ya conocida por el recopilatorio Odds & Sods y que en la película se escucha en los títulos de crédito finales.
Las dos grabaciones más antiguas contenidas aquí datan de 1965, discernibles por la baja calidad de sonido. En ‘I Can’t Explain’ no es nada buena, menos aún si contamos los chillidos histéricos que asoman todo el tiempo. Pero la energía y el entusiasmo que se desborda por momentos, suplen con suficiente margen cualquier otro aspecto negativo. También es un placer poder escuchar tres canciones de Tommy seguidas pertenecientes a su actuación en el festival de Woodstock: ‘Sparks’, ‘Pinball Wizard’ y ‘See Me, Feel Me’. Demuestran que fueron uno de los platos fuertes del festival, puesto que en 1969 ya era una banda imbatible en directo. Otro de los momentos interesantes es el medley donde sorprende la fiereza contenida de ‘Join Together’, pues hasta Daltrey se deja la voz, que luego da paso a ‘Roadrunner’ (con Townshend imitando el paso de Chuck Berry) y a una versión lenta y aburrida de ‘My Generation’ (titulada ‘My Generation Blues’).
Dos canciones que no encontraremos en la película son la conocida interpretación del Live At Leeds de ‘Happy Jack’ (en la película la escuchamos en su versión de estudio) y la interpretación en directo de ‘My Wife’, de un concierto secreto en Kilburn, Londres, a finales de 1977, hecho expresamente para extraer actuaciones contemporáneas para la película, pero del cual no pudo aprovecharse nada por estar la banda en bajo estado de forma y que habría de repetirse varios meses después en Shepperton, de donde sí podemos disfrutar de excepcionales ejecuciones tanto de ‘Baba O’Riley’ (empleando una armónica en la sección final) como de ‘Won’t Get Fooled Again’, donde el grito intermedio de Roger Daltrey está a la altura de la leyenda del tema. También tenemos la oportunidad de escuchar el single ‘Magic Bus’ de 1968, imposible de encontrar en ningún disco hasta esa fecha, poseedor de un pegadizo ritmo entretejido por la guitarra y el bajo principalmente, pues Keith Moon se reserva una percusión ágil pero comedida con unas claves. Ciertamente suena mejor que la repetitiva y lenta versión que solían interpretar en directo.
Todo ello nos deja como única novedad respecto a la película y a discos anteriores la interpretación en directo de ‘My Wife’, correspondiente al citado concierto fallido de Kilburn, que deja bien claro por qué fue descartado para este proyecto, ya que se supone que es lo mejor que encontraron. Por ende, la valoración de este álbum resulta bastante complicada a priori si tenemos en cuenta que quien posea la película, poco jugo le sacará. Si no existiera la película, estaríamos ante uno de los mejores discos de The Who. Pero hay que ser justos y de la misma manera que un disco en directo se valora independientemente de si el concierto ha sido editado en vídeo, aquí el único aspecto negativo sería la inclusión de canciones equivalentes a la versión de estudio por estar destinadas a su interpretación en playback en programas de televisión. Y aunque descontemos los dos temas citados ya incluidos en discos anteriores, en total nos queda un buen puñado de poderosas píldoras sonoras de uno de los mejores grupos de rock de la historia.
Fuente: Jesusgran.wixsite.com
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