Descripción
Surfin’ Bichos, con su segundo elepé, pueden romper definitivamente la barrera que les separa aún del reconocimiento popular: ahora ya cuentan con unos medios razonables -inauguran el catálogo Virus y reciben el respaldo promocional de una de las grandes- para que sus canciones, atrevidas, originales, inquietantes, puedan calar en los oídos de un público maltratado por tanto mediocre. La intensidad poética y musical del grupo en cortes como «La oración del desierto» o «Sonidos», el clasicismo formal que demuestra Fernando Alfaro en «Rifle de repetición», «Dulce mal trago’ o «Mi refugio» -que podrían firmar Lou Reed y John Cale- merecen algo más que el reconocimiento de una minoría. Porque Surfin’ Bichos, con «Fotógrafo del cielo» han dejado de ser la más brillante promesa del rock español para colocarse en la primera fila, la de los mejores.
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