Descripción
“Nos dimos cuenta de que algunas de las canciones se prestaban realmente a dos personas que hablaban el uno del otro. Yo podía estar sometiendo su forma de pensar y él podía desafiar mi modo de ver la vida. Nuestras formas de vida son tan diferentes, pero le quiero. Ese contraste es lo que hace que el mundo gire y lo que hacía que Supertramp funcionara. Sus creencias son un desafío para mí y mis creencias un desafío para él”. Estas son las palabras de Roger Hodgson definiendo el concepto de partida del álbum titulado inicialmente Hello Stranger. La banda, Supertramp, era un monstruo de dos cabezas (Rick Davies y el propio Hodgson), donde ambos componían por separado (como ya sucedería en su álbum Even In The Quietest Moments…) pero al menos se habían puesto de acuerdo en el argumento central: La relación y los ideales de Rick y Roger en eterno conflicto.
Este concepto tan sombrío fue aparcado rápidamente en favor de una vía más divertida e irónica, con su punto culminante en el convencimiento de Davies de cambiar el título, a insistencia de Hodgson, por Breakfast in America. Roger justificaba el cambio diciendo que “era un título divertido. Se adaptaba más al sentimiento de diversión del álbum”; y ciertamente lo era. El título y algunas de sus canciones sugerían una burla bienintencionada hacia el estilo de vida de los Estados Unidos, pero la banda siempre rechazó esto, aclarando que las referencias a la cultura norteamericana (y el tono satírico) era sólo una coincidencia. Esto quizás no era del todo sincero, porque el grupo tenía claro que no deseaban enemistarse con la industria musical y los fans estadounidenses, pero ahí estaban canciones como Child of Vision, Gone Hollywood y la que titulaba el álbum como pruebas del crimen (no del siglo pero sí del final de la década al menos).
El inicio del trabajo en Breakfast in America fue a través de dos series de demos, siendo la primera tanda de carácter casero y la segunda ya trabajadas de forma más formal en los Southcombe Studios en Burbank (California), entre abril y mayo de 1978. Quedó patente en el registro de las canciones la supremacía total del piano eléctrico Wurlitzer como instrumento predominante en detrimento de las guitarras.
Cuando Supertramp, y más específicamente sus integrantes John Helliwell (saxo), Dougie Thomson (bajo) y Bob Siebenberg (batería), empezaron el trabajo del disco se temían el regreso e incremento de las tensiones entre Davies y Hodgson, y sobre esto han circulado muchas versiones. Según algunas fuentes los dos compositores se llevaban de maravilla, mientras otras voces autorizadas indican que apenas se dirigían la palabra durante las sesiones y una tercera vía nos plantea el panorama de un Rick Davies detestando los temas de Roger pero callando para evitar que el vetado fuera él mismo. Toda la historia posterior al boom de Breakfast in America nos llevan a pensar que las versiones dos y tres del cuento (la de la enemistad creciente y la incomunicación) son las reales.
A partir de mayo de 1978 y hasta el mes de diciembre el quinteto trabajó a conciencia en la grabación en el Studio B de The Village Recorder en Los Ángeles. En la búsqueda de optimizar los tiempos el grupo dedicó una semana entera sólo a encontrar la configuración de sonido ideal para los arreglos, pero esto no sirvió de nada porque al final tuvieron que dedicar más de dos meses a las mezclas, teniendo que entregar el disco con un mix que no les convencía nada, obligados por los tiempos impuestos por su sello discográfico.
Un álbum con esta entidad pedía un arte a su altura y lo tuvo, diseñado por Mike Doud, donde vemos a Kate Murtagh representado a la camarera Libby en modo Estatua de la Libertad, con una New York City al fondo, construida a base de empaques de cereales, ceniceros, cubiertos, vinagreras y demás parafernalia por el estilo, todo en blanco. En la contraportada vemos al grupo reunido a la mesa en modo última-cena-pop en el restaurante Bert’s Mad House. Este diseño fue premiado con un Grammy en la categoría de Mejor Diseño de Embalaje, superando a contemporáneos como Led Zeppelin (In Through The Out Door) y Talking Heads (Fear of Music).
Breakfast in America se lanzaría oficialmente el 29 de marzo de 1979, recibiendo una gran acogida por la crítica musical, convirtiéndose rápidamente en el álbum más vendido de Supertramp, llegando al número uno en la lista del Billboard durante seis semanas entre la primavera y el verano de 1979. En las listas británicas llegaría hasta el tercer puesto, con los singles The Logical Song y Goodbye Stranger como sus banderas (llegarían al lugar seis y quince, respectivamente, en las listas de sencillos en los Estados Unidos). Además del Grammy por el diseño gráfico también obtuvo el galardón en la categoría de Mejor Arreglo para un álbum no clásico, recibiendo posteriormente la certificación de disco de diamante en Canadá, cuatro discos de platino en los Estados Unidos y convertirse en el disco de un grupo inglés más vendido en la historia de Francia. Ciertamente esto fue (y seguirá siendo) la apoteosis de una banda clásica y superlativa.
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