Descripción
En Camino ácido descubrimos imágenes cinematográficas, sonidos fronterizos y referencias a unos Estados Unidos áridos, de sombrero y whisky, pero todo ello asumido en pleno corazón de Castilla y León. La relación del artista santanderino (es originario de la capital cántabra) con Javier Vielba, el carismático cantante de Arizona Baby y Corizonas, les ha llevado a un punto en el que confluyen esas dos tradiciones tan arraigadas de las que hablábamos antes. El propio Vielba ha sido el encargado de producir el disco y su querencia por el country, el folk-rock y lo acústico se deja ver en cada uno de los once cortes que lo componen.
Que la voz de Stanich es verdaderamente personal no es ningún secreto, puede sonar algo paródica o incluso chirriante al principio, pero tiene una frescura y autenticidad exentas de toda duda, llegando a atrapar al oyente y, de alguna manera, llevándole a ese lugar lisérgico en el que tienen sentido sus composiciones, en las que figuras literarias como Bukowski son claras influencias (el corte número cuatro se titula, de hecho, Chinaski).
En estos tiempos, inmersos en tanta actitud rock manida y tanta impostura indie, un personaje como Ángel Stanich es una grandísima noticia para nuestra música, necesitada de nuevos y originales referentes. Camino ácido es su presentación en sociedad, un disco que engancha, sorprende y atrapa. Adentrémonos en él.
Fuente: B-sidemg
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