Descripción
En All Born Screaming St. Vincent muestra su lado más primitivo. Clark guía a un «selecto grupo de máquinas» en la potente «Broken Man», nos mece amargamente mientras atravesamos el ensordecedor asalto lleno de desprecio hacia uno mismo de «Big Time Nothing» y nos deleita con la sublime y pegadiza «Sweetest Fruit». All Born Screaming es tanto desolación espiritual como aceptación eufórica. «Si naces gritando, es buena señal», dice Clark, «porque significa que respiras. Que vives. Dios. Eso hay que celebrarlo. Pero ese grito es también un grito de protesta. Todos nacemos protestando, de cierta manera. Vivir es terrorífico. Vivir es eufórico. Vivir es todo».
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