Descripción
Está claro que hoy en día no necesitas parecerte lo más posible a un modelo para triunfar en el mundo musical comercial. Y sino, se lo preguntáis a Ed Sheeran, ese chico británico de 23 años, bajito y pelirrojo pegado a una guitarra acústica que apareció de la nada hace unos años.
Hasta ahora, se ha caracterizado por sus canciones acústicas bañadas en un sonido folk que componen su primer disco, ‘+’ (2011), como ‘The A Team’, ‘Lego House’ o ‘You Need Me, I Don’t Need You’ (esta última con toques de hip hop alternativo). Y con ello, el joven “ginger” se ha posicionado en la industria musical como un artista número uno capaz de conseguir arrebatar la primera posición de las listas musicales a cualquiera. De esta forma, vuelve a la carga en 2014 con su nuevo disco ‘x’ (pronunciado multiply), con el que tan solo con una semana en el mercado ha logrado vender más de 180.000 discos en Inglaterra.
Con este segundo álbum, el británico ha evolucionado, ha dado unos cuantos pasos más en su carrera. Lo bueno de este joven es que habla de sus experiencias sin miedo a que sus seguidores sepan por lo que ha pasado. Sus letras de amor, frustración y celos son profundas, a la par que radiantes y oscuras. ‘x’ es una explosión de sonidos y sentimientos que hacen que Sheeran haya alcanzado otra faceta en su vida, tanto a nivel personal como profesional.
Algunas de las nuevas canciones siguen el hilo acústico amoroso de las de hace años, como es el caso de ‘One’, la que abre el disco, o (personalmente una de mis favoritas), ‘I’m A Mess’, donde demuestra una profunda sensibilidad que llega a una fuerza inalcanzable en el estribillo. Realmente no os sabría decir qué tiene esta canción para darle una de las máximas puntuaciones de entre todas las 16, pero es una perla que he dejado correr en repetición varias veces y que, simplemente, no he podido aborrecer.
Aún así, todo “boom” llega cuando hay un tema que sorprende a todo el mundo, y ese es el primer single, ‘Sing’, en el que colabora el más que conocido Pharrell Williams. La encuentro una canción sensual por la letra, que da ganas de desmelenarte mientras canturreas el leve rapeo de la segunda estrofa sin parar, o chillar los simples pero pegadizos “whoa” del estribillo. Muchos dicen que tiene un aire a material de Justin Timberlake, ya que tanto por el ritmo como por el tono de voz nos recuerda al otro artista. No suena nada al Ed que conocíamos hasta ahora, y es eso lo que la hace una pieza musical excelente. Y lo mismo pasa con ‘Don’t’, que sigue una línea parecida, pero cambiando el contexto de la letra, pues en esta nos habla de una conocida artista (los rumores apuntan a que la susodicha es Ellie Goulding) que no lo trató tan bien como él esperaba… Y si queréis seguir en esa línea, ‘Nina’ o ‘Runaway’ no pasarán desapercibidas. A ver cuánto tardáis en mover el esqueleto. De acuerdo, ya lo estáis haciendo.
Pero ojo, si creéis que el británico meloso se ha esfumado, tranquilos (bueno, o mejor dicho, tranquilas, que ya sabemos quiénes somos la gran masa que formamos parte de su público…), os recomiendo echarle una escucha a ‘Photograph’, ‘Bloodstream’, ‘Tenerife Sea’ o ‘Afire Love’. Y si por otra parte queréis el movimiento de ”You Need Me, I Don’t Need You’, adelante sin pensarlo con ‘The Man’ o ‘Take it Back’, en las que sigue sorprendiéndonos con sus dotes musicales hip hoperos sin ser demasiado pesados.
Está claro que Ed Sheeran no dejará de usar sus armas de chico sensible en preciosas e ingeniosas letras que a veces nos deleitan más que el ritmo que las acompaña. Es un joven con talento, y con su segundo disco se ha superado mucho más de lo que lo hizo con el primero. Ya no es un nuevo artista, es un cantautor con una medalla de número uno más que merecida. Puede que os parezca pequeño o “moñas”, pero realmente vale la pena darle una oportunidad.
Fuente: Binaural
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