Descripción
Se hace prácticamente imposible entender el Rock sin ese tema que sabe suavizar o relajar todo ese derroche de energía/fuerza a lo largo de una obra discográfica, y que lo convierte en ese absolutamente exclusivo recoveco -dentro de la misma- lleno de sentimientos y sensaciones que nos transportan hacia una dimensión totalmente diferente a la expuesta en su concepto global…Y ese tema, como ya todos conocemos, se denomina “Balada”.
Dentro de los grupos que han sabido cultivar y desarrollar con una indiscutible maestría este tipo de temas lentos, a lo largo de la ya dilatada historia del Rock, hay que apuntar descaradamente a los inevitables Scorpions, cuyas buenas maneras, demostradas a lo largo de una carrera musical comenzada en los años 70s y que se prolonga hasta nuestros días, los encumbran, por derecho propio, como uno de los dueños de dicho estilo… Aunque por mi parte me voy a tomar todas las licencias y libertades habidas y por haber para catalogarlos como DIOSES imperecederos en dicha vertiente musical.
El recopilatorio que hoy nos ocupa fué simple y llanamente una idea de su compañía discográfica EMI, que meses después de la salida al mercado de su álbum “Love At First Sting” decidió compilar en un solo disco las cinco mágicas baladas que Scorpions habían editado con el sello, desde su incorporación en el año 1979 hasta el año 1984, para el disfrute de todos los seguidores del mítico grupo alemán.
Un álbum (aunque lo más correcto sería catalogarlo como Mini-LP) que a través de sus veintiocho minutos de duración nos muestra el enorme talento compositivo de la dupla Klaus Meine/Rudolf Schenker, el primero de ellos haciéndose cargo de las letras de los cinco temas, mientras que el segundo confeccionaría la parte instrumental de los mismos.
En el plano interpretativo el grupo deja constancia de una calidad que solo puede estar al alcance de los elegidos, cimentada por las bellas y exquisitas notas de las guitarras de Rudolf Schenker y Matthias Jabs, una sección rítmica de fondo formada por el bajo de Francis Buchholz y la batería de Herman Rarebell, y que sirven de complemento perfecto para los temas. Y por último la esencia y la característica principal de las míticas e inigualables baladas de los Scorpions, y que las hacen diferenciarse notoriamente del resto: la cristalina y estratosférica voz de Klaus Meine.
En Gold Ballads encontramos cinco auténticas joyas del ámbito baladístico, totalmente imprescindibles y de un incalculable valor musical, como ya tendrá constancia de ello cualquier melómano.
El disco abre con la inmortal “Still Loving You”, quizás la balada más conocida por todo amante/seguidor de la música (independientemente de cual sean sus preferencias o hábitos musicales), haciéndose casi imposible encontrar una emisora de radio en el mundo que no le haya dado difusión alguna vez. Un tema que destaca por su perfecta progresión en su desarrollo, con una exactitud casi matemática, hasta llegar al éxtasis total en su parte final.
“Holiday” siempre ha destacado por esa parte central en clave mediotiempista, que sabe ofrecer variedad dentro del tema, y sirve de puente entre su nostálgica parte inicial y su desenlace final donde se funde, con total pericia, las notas suavemente melódicas de la guitarra acústica con la eléctrica.
Otra maravilla baladística la encontramos en la descomunal “When The Smoke Is Going Down”, con Klaus Meine tocando el cielo nuevamente con su tono vocal, apoyándose magníficamente en la belleza melódica de la guitarra acústica, y cuyo punto culminante nos llega con su cautivador estribillo.
El derroche de sensaciones continua con la mágica “Always Somewhere”, plena de inspiración en todos los sentidos, como no puede ser de otra forma, y con una precisión en su estructura que se hace prácticamente imposible no caer rendido ante ella.
El disco cierra con la celestial “Lady Starlight”, otra incuestionable demostración del talento y motivo por el cual los Scorpions son uno de los grandes grupos, reconocidos como tal en el terreno baladístico, dentro de la historia de la música. Simplemente monumental, y cuya descripción, en las sensaciones que logra transmitir el tema, se escapa a la propia razón.
La valoración o nota de este álbum considero que hay que otorgarla -más que nada- en relación a la selección de sus temas… Y ahí tenemos que apuntar especialmente a la ingeniosa idea del sello EMI, que perspicazmente compiló toda la indiscutible capacidad musical que los Scorpions supieron manifestar desarrollando baladas, bajo el auspicio en dicha compañía discográfica hasta aquella fecha, con esta impecable colección de temas en un momento donde el grupo prácticamente se encontraba en la cúspide de su carrera.
Y es por ello que dicho propósito/proyecto discográfico (a pesar de tratarse de un recopilatorio) debe ser premiado con la máxima nota. Porque esa es otra… de que si nos atenemos solamente a la calidad musical que ofrece todos y cada uno de los temas aqui plasmados, no cabría ni el menor atisbo de dudas sobre cual sería su puntuación final.
Fuente: Elportaldelmetal
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