Descripción
Tiene su lógica que, para Rojo es peligro, su artífice, Leo Mateos, quisiera aprovechar todas las experiencias positivas que ha vivido con Acuario, su proyecto en solitario. La de trabajar con los sintetizadores, la de alejarse del local de ensayo, la de contar con Ricky Lavado (Standstill) a la batería y la de producirlo con Karim Burkhalter. Su logro ha sido renovar Nudozurdo sin disipar su contundencia. En la búsqueda de un sonido clásico, analógico y cálido como el rojo de título y portada, las intensidades, más que cambiar de pie, se distribuyen. Y la voz pasa a un plano superior, dejando espacio para que el aire corra entre las melodías.
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