Descripción
…And Justice for all era el primer álbum de Metallica que salía desde que se habían convertido en mi grupo favorito como de muchos colegas nada más aparecer Master Of Puppets. Para mí los dos años y medio transcurridos entre el lanzamiento de ambos álbumes (mención aparte merece el sabroso tentempié que supuso Garage Days) supusieron un período lo suficientemente largo como para que estuviera desesperado por hincarle el diente. Yo estaba sin blanca, pero un colega mío se lo pilló en cuanto estuvo disponible.
El 18 de septiembre tocaron en Madrid en el Monsters Of Rock, junto a Iron Maiden, Anthrax y… Manzano (no, el alcalde no, ese seguramente habría intentado suspenderlo). No recuerdo si había podido escuchar ya el disco alguna vez, lo que sí sé es que de …And Justice sólo tocaron Harvester Of Sorrow, y que no me llamó mucho la atención al lado de los para entonces en mi opinión ya clásicos como Battery, Creeping Death o Sanitarium. Pero esa es otra historia, quizá entre todos podamos recordar la lista de temas de aquel concierto, posiblemente alguno hasta se la sepa de memoria.
Lo primero que llamaba la atención de …And Justice for all era que se trataba de un doble LP, con 2 temas por cara y que con 65 minutos de duración no cabía en una cinta de 60 y desperdiciaba el 30% de una de 90. Yo había leído que habían decidido sacarlo en ese formato dada su duración, ya que los propios Metallica achacaban el mal sonido del master de Master of puppets a su larga duración (casi 55 minutos), que hacía que los surcos del vinilo comenzaran a estar demasiado apretados. De hecho algún tiempo después aparecieron versiones en doble vinilo del Master y creo que también de Ride The Lightning que se suponía sonaban más claras que los vinilos originales. Nunca llegué a comprobarlo dado que a pesar de que conseguí una copia en cinta bien grabada del MOP doble mi equipo solamente me permitía intuir que tal vez sonaba un poco mejor que las copias que había tenido hasta entonces. Sí, copias, los discos de Music For Nations eran de importación, y mientras un disco nuevo solía valer alrededor de 900 pelas estos costaban la friolera de 1300 del ala, impensable para mi presupuesto que no llegaba a las 500 semanales. El caso es que a pesar de ser doble tampoco es que sonara muy bien, y ya no podían culpar al formato. El bajo se encuentra absolutamente perdido en la mezcla, y la batería está en primer plano. Es un alivio que al menos no se les fuera la mano con la reverb de la caja.
El tema que da título al disco se abre suavemente con una guitarra limpia a la que se va sumando otras y poco a poco creciendo en intensidad hasta que alcanza velocidad de crucero y comienza la letra que critica del sistema judicial americano. No está mal, pero un poco monótona para durar más de 8 minutos y además palidece en comparación con Master Of Puppets. One se inspira en la película Johnny cogió su fusil y tiene un comienzo tranquilito para terminar como el rosario de la aurora, como es norma en todas las “baladas” de Metallica de su primera época. To Live is to Die no posee la magia de Call of Ktulu ni la belleza brutal de Orion, pero tiene sus buenos momentos. La melodía de la parte central del tema es puro Metallica, y además se funde a la perfección con la traca final, Dyer’s Eve, que era como un regalo del Día de los padres castrantes, y que contiene toda la furia que les quedaba. Comienza con un 7/8 o algo así y tras una breve insistencia rompe con un riff en Si totalmente desbocado que es mi favorito de Metallica. Con buen sabor de boca y expectación por el siguiente album ninguno supimos que aquí terminaba la primera época de Metallica, y después de esperar 3 años por algo parecido tendríamos que conformarnos con el Black Album.
Fuente: Elportaldelmetal
Valoraciones
No hay valoraciones aún.