Descripción
Han pasado unos años desde que los cordobeses Limousine sacaran su último disco ‘The abyss you can reach with a hand’ (Mushroom Pilow, 2006). En 2010, ya se autoeditaron ‘Sudden death EP’, lo que dejó constancia de dos cosas. Una, que se independizaban definitivamente de su sello discográfico y dos, que los descartes que eligieron para el EP seguían siendo evidencias del nivel compositivo de una banda con poco material editado, pero con identidad y talento de sobra para seguir componiendo canciones bonitas. Pues bien, ya ha podemos escuchar su tercer álbum, que lleva por título ‘The ultimate final of the mystic heavyweights’. Un LP que puedes descargar con total libertad de su bandcamp y que será editado en vinilo y podrás comprar a partir de mayo. Sigue leyendo.
Limousine hacen pop rock de tintes psicodélicos como pocos grupos del indie patrio. Me gusta lo perfeccionistas que son, lo supongo por el tiempo que tardan en sacar los discos, pero también por los arreglos meticulosos y detallistas da cada canción, por la elección de las letras que nunca son recurrentes ni simples- como las de otros grupos españoles que se decantan por el inglés-, por los coros, por su sonido naif y brumoso que nada tiene que envidiar a grupos de referencia como The Flaming Lips, Yo la tengo o The Magnetic Fields.
En este trabajo, no obstante, suenan más pausados, menos luminosos, a fin de cuentas más maduros y sin perder la elegancia que siempre les ha caracterizado. Parte de la responsabilidad de este sonido, aunque me consta por entrevistas de algunas publicaciones que son una una especie de grupo cooperativa en el que todas las decisiones se consensúan, viene de la mano de los estudios en los que han grabado, Sequentialee y Eureka, ambos muy frecuentes de la escena cordobesa y de la que han formando o forman parte a través de otras bandas como Jubilee, Bitter Candice o Bluechannel, entre otras.
De alguna u otra manera, los integrantes de Limousine han sido pioneros en la música independiente española de las última década. Ya en Mousy se decantaron por el shoegaze vaporoso y el sonido sucio y con distorsiones de Pavement o My Bloody Valentine, luego comenzaron a componer con el piano, llegaron los premios en certámenes con cierto prestigio como el mítico Popzoblanco y el Desafinado y viajaron por muchos países en los que sus canciones fueron a priori acogidas con más calor que aquí. Por encima de los hypes pasajeros, de la urgencia y la vanidad de sacar disco, aunque sea una mierda, o de figurar en el catálogo de un gran sello discográfico, Limousine siguen haciendo canciones con y por gusto. Y estoy convencida que, por eso, son tan buenas.
Fuente: Revistawego.com
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