Descripción
Amigos de Dioses del Metal, analicemos el cuarto álbum de la Doncella, el anterior, The Number of the Beast, se ha vendido como rosquillas y la gira ha sido un exitazo, sin embargo al bueno de Clive Burr (d.e.p, fallecido en Marzo del 2013) le pasan factura tantos conciertos y decide abandonar la formación, los parches serían ocupados en diciembre del 82 por Nicko Mc Brain, que ya sustituyó a Clive una vez en el 81 durante un directo en Bruselas oculto tras una máscara de Eddie. Sinceramente ambos me parecen brutales con las baquetas.
Comenzando el 83, la maquinaria Maiden ya no necesitaba rodaje, iba a todo trapo en la NWOBHM, un cuerno de la abundancia de hacer dinero, la discográfica EMI y el manager Rod Smallwood lo tiene claro, ¡¡otro disco ya!!. Así que en enero pasan por los Estudios Compass Point de las Bahamas y Martin Birch vuelve a hacer magia con el sonido, puliendo aún más el Metal. El 17 de mayo ya está en la calle y vuelve a repetirse el fenómeno del anterior, aunque con menor intensidad. Entra en las listas inglesas en el número 3, en EEUU alcanza el puesto 14 en el Billboard y disco de oro, permaneciendo en las listas durante 43 semanas.
En las composiciones entra Bruce Dickinson y les da un toque más épico, es un disco muy inspirado en diversos libros, películas e historias mitológicas, así Where Eagles Dare está basada en esa gran película bélica El Desafío de las Aguilas, Flight of Icarus, que relata el mito griego de Icarus y su padre Dédalo o el himno The Trooper sobre lo acontecido en la batalla de Balaclava.
El título de la crítica está elegido a conciencia, pero no nos confundamos, Piece of Mind es un pedazo de disco, su único “pecado” fue situarse entre dos trabajos más que excelentes, el The Number of the Beast y el Powerslave.
Recuerdo que la portada del vinilo era imponente, se abría de par en par, dentro un fotograma de la banda en pleno almuerzo cerebral. Rapado al cero, Eddie está jodido, cabreado, encadenado y con camisa de fuerza dentro de un cubículo insonorizado, ¿habrán intentado hacerle una lobotomía?, ¡que buenos trabajos hace Derek Riggs!.
Nueve temas y casi 46 minutos de excelso Heavy Metal, el fogoso Dave Murray se compenetra a la perfección con el suave Adrian Smith, armonía y garra en las melodías con punteos del más allá, Harris subiendo peldaños hacia la eternidad, Nicko McBrain demuestra que es capaz de eso y mucho más y nuestro Bruce expone un abanico de registros inagotable. Ahora bien, cuando finaliza una de las mejores canciones de todos los tiempos del Heavy Metal, The Trooper, la bajada en la prestancia y consistencia del Metal baja demasiado deprisa, no son los siguientes cortes reguleros, es que los primeros son demasiado buenos y las comparaciones son odiosas.
Where Eagles Dare abre con cañonazos de Nicko, compleja e indirecta, llaman la atención el machaque de riffs. Revelations me llega más, cadenciosa y profunda, con Harris saliendo a estela, destacar ese cambio de ritmo espeluznante, saltando al cuello esas guitarras. Flight Of Icarus es un clásico, el tema va al paso,épico, el riffeo es loctite y los coros homónimos forman parte de tu ADN metalero. Die With Your Boots On llega con expectación y sube el ritmo, más rockera, Bruce me llega en otros registros rugosos, lo del punteo escoltado por esos otros acordes no me convence, soy más clásico.
Llega otro fijo de los set list, The Trooper, esas guitarras desprenden magia, esas detenciones, esa voz, la batería, el bajo cabalgando,…., un temazo por los milenios de los milenios. La historia fantasmal de la “desconocida” Still Life arranca suave, la garganta de Bruce se cierra, las guitarras doblan y los coros llevan pegada. Quest For Fire pierde fuelle, un corte regulero que solo se recupera con el estribillo. Sun And Steel es más trepidante, sube enteros la calidad compositiva pero le falta fuerza, muy dulzón. Finalizamos con To Tame A Land, larga, mística, la típica canción compuesta por Harris donde el pesado riffeo lo es todo y el salvaje punteo nos va llevando hacia un suave final
Trueno entre dos rayos o quizás puente entre dos mundos, porque luego llegaría el Powerslave. Ahora bien, de cimientos de acero porque este disco es muy notable y siempre estará en el alma de cualquiera de nosotros. Un saludo de acero a todos.
Fuente: Diosesdelmetal
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