Descripción
Probablemente Head first no contiene las mejores composiciones, ni las mejores letras, ni la emotividad implícita que ha caracterizado a Alison Goldfrapp y Will Gregory durante su ecléctica carrera, pero el quinto álbum de estudio de los británicos debe tomarse como un homenaje a los héroes malditos del synth pop y la radiofórmula ochentera. Reivindicando a la Olivia Newton John de “Xanadu” (en “Rocket”, aun empleando las bases del “Jump” de Van Halen), a la propia Laura Branigan en ese canto vitalista llamado “I Wanna Life” e, incluso, a los últimos ABBA en la pieza que da título al disco, el dúo vuelve a inmortalizar una amplia sonrisa en aquellos fans que nunca acabaron de entender el porqué de ese giro pseudofolkie que hicieron gala en “Seventh Tree”. Goldfrapp retoma la pista de baile bajo la sombra de Giorgio Moroder (y autoreferenciándose, incluso, en ese spin off de “Satin Chic” que representa “Shiny And Warm”), con momentos de insultante brillantez (¿alguien dijo “Believer”?) y algún que otro leve batacazo sensorial (por mucho que se empeñen, “Hunt” nunca podrá emular la efectividad de medios tiempos como “Black Cherry” o “Time Out From The World”). A pesar de ampliar las arcas del revival sintetizado, y sin que la propia Alison iguale el poderío vocal de sus precedentes largos, Head first supone un regalo de infarto para todos aquellos que, como un servidor, ansiaban que la banda volviera a explotar su despreocupada vena hedonista.
Fuente: Mondosonoro
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