Descripción
A Franz Ferdinand les ha salido un disco raro en el buen sentido, de matices oscuros y complejos, pero extrañamente adictivo. La ausencia de singles claros, a excepción de la canción que da título al disco, con su intro enigmática y su explosión bailable, y la magnífica “Glimpse Of Love”, con su teclado omnipresente, no pesa. La melancolía suave de “Slow Don’t Kill Me Slow” pone el mejor cierre posible, y muestra a Alex Kapranos como excelente e infravalorado cantante.
Fuente: Mondosonoro
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