Descripción
Después del monumental trabajo realizado en Images & Words, con varios hits transmitidos incluso por la MTV (Pull me under y Take the Time, ambas canciones clásicas de la banda) Dream Theater surge con su tercer disco, Awake. El álbum muestra un sonido mucho más oscuro y potente, más influenciado por el Heavy metal que su anterior. Además, este álbum marca la sorpresiva partida del teclista Kevin Moore, un excepcional músico que tenía el talento de crear tanto melodías depresivas y tristes así como psicodélicos temas llenos de escalas y unísonos con la guitarra, para seguir por otros rumbos musicales que le interesaran más.
Uno de los puntos más altos del disco es precisamente el trabajo de James LaBrie, que se luce prácticamente en todas las canciones, se nota su esfuerzo por quedar a la altura de sus compañeros, que como todos sabemos son monstruos en cada uno de sus instrumentos respectivamente. Lastimosamente, después de grabar el álbum James sufrió de una intoxicación y al vomitar dañó sus cuerdas vocales por lo que su desempeño en la banda bajó mucho, afortunadamente en la actualidad se encuentra recuperado y a un gran nivel.
Sobra decir que este es uno de los mejores discos de la banda, a mí gusto estaban en su mejor momento, haciendo una fusión perfecta entre el Rock progresivo clásico y la música pesada, todo combinado con buen gusto y una ejecución impecable, tanto en sus momentos más calmados y atmosféricos como en las rápidas e intrincadas líneas de Petrucci y Myung sostenidas por la sólida presencia de Portnoy.
El disco comienza con 6:00, un tema extraño y psicodélico con un sonido que a ratos roza con el Hard Rock, Mike Portnoy realiza un trabajo titánico en la batería, tanto en la intro como a lo largo de todo el tema, con un dinamismo y una pegada perfecta. Lo mejor de esta primera pista son las líneas de bajo John Myung, que aunque muchas veces en la mezcla no se le hace justicia y casi no se escucha su instrumento, en este tema toma una presencia magnífica y casi hipnótica, recomiendo prestarle mucha atención. Los cambios de tiempo a lo largo del tema lo hacen algo difícil de escuchar si no se está acostumbrado a la música de este tipo, pero una vez que se logra asimilar se encuentra la esencia de Dream Theater en este tema. Perfecto opening.
Caught in a web presenta un coro ganchero y fácil de recordar con un LaBrie verdaderamente memorable. En este tema podemos escuchar una faceta nunca antes mostrada por Dream Theater, el sonido más pesado ocasionado por la guitarra de 7 cuerdas de John Petrucci, otorgando así un sonido heavy que mezclado con las melodías de Moore forman una dupla ideal, con su buena dosis de riffs complicados marca de la casa.
Innocence Faded es un tema similar al anterior, con un estribillo comercial muy bien construido. Y de nuevo, no puedo hacer más que destacar el impresionante trabajo vocal del infravalorado Kevin James LaBrie que se redime y entra al podio de los grandes con unas vocales perfectas, llenas de feeling y fuerza. Y es que el tema de que LaBrie no está a la altura de sus compañeros llega a ser cansino y repetitivo (además de que nunca falta cuando se habla sobre Dream Theater), mi opinión es que James es un excelente vocalista que ya no tiene nada más que demostrar, él es la voz de Dream Theater; además ha realizado brillantes colaboraciones con grupos de la talla de Ayreon (con uno de los guitarristas estandarte del Metal progresivo, Arjen Lucassen).
La transición en el 4:16 con el cambio de ritmo da paso a un solo que juega con la melodía principal del tema y se contonea elegante para marcar un inspirado final.
El tema más largo del conjunto es titulado A Mind Beside Itself y consta de 3 partes: Erotomania, Voices y The Silent Man. La canción interpretada en su totalidad es una monstruosa suite llena de técnica, y por qué no, momentos sentimentales como en la balada The Silent Man o en Voices. Tiene una duración aproximada de 20 minutos.
El primer movimiento del conjunto es titulado Erotomania, y constituye la segunda canción instrumental compuesta por Dream Theater. Al ser instrumental es natural que haya un derroche de técnica por parte de cada integrante. La intro de la canción consta de un teclado que repite un sonido sobre un riff pesado pero dinámico que pronto pasa a convertirse en una juguetona melodía en la guitarra en el solo al 1:41. El tema toma una dirección más calmada mientras llega a su ecuador guiado por el piano de Moore.
John Petrucci deja descubrir una faceta neo-clásica al 4:43 que le da elegancia al tema y se transforma en un técnico solo para pasar a un riff pesado que sirve de puente para llevarnos hasta la recurrente melodía.
Erotomania se conecta con Voices, el que yo diría es el mejor tema hasta el momento, con un bajo que se siente potente y es el que realmente forma la base de esa sólida estructura llamada Dream Theater. Pasada la densa introducción LaBrie susurra, entre sentidas notas en el piano, una letra sobre la esquizofrenia que sufre un hombre que cree escuchar voces de ángeles y demonios, experimentando así mucho estrés, reflejado en las partes instrumentales entre los versos.
Voices es un tema que, de nuevo, representa a la perfección el metal progresivo practicado por Dream Theater, secciones pesadas y complicadas, llenas de pasajes técnicos e intrincados en contraste con las melodías casi libres de distorsión; la combinación perfecta para muchos, para muchos otros también la combinación ideal para un sedante, cuestión de gustos diría yo.
The Silent Man es una agradable balada completamente acústica que tiene poco o nada que ver con los 2 movimientos anteriores. Completamente compuesta por John Petrucci, trata sobre el personaje del tema anterior y nos dice que ese destino puede ser evitado teniendo fe, en lo que sea que creamos. Creo que el cierre para esta suite pudo haber sido más espectacular, dejando la balada en el medio quizás para así lograr un efecto que impresionase más al oyente, pero posiblemente todo esté fríamente calculado para así azotarnos con The Mirror y Lie.
“El Espejo” y “Mentira” son temas que sentaron bases para lo que serían los discos siguientes al Six Degrees of Inner Turbulence, con riffs de sonido muy distorsionado y mucho más orientado hacia el público metalero.
The Mirror es considerada una especie de preludio a la “12 steps suite” sobre el alcoholismo de Portnoy, donde nos relata las penurias del alcoholismo. Aunque no tenga ninguna conexión (al menos musicalmente hablando, ya que líricamente hay uno que otro guiño) con los demás temas de la saga.
La intro sucia junto con el juego vocal entre Mike y James nos introducen al pesado sonido de The Mirror, que en cierto momento toma un aire a Black metal sinfónico que rápidamente desaparece. No describo más la canción para no arruinar las sorpresas de este tremendo tema, sólo les digo que una de las melodías de piano es lo que será el cierre del disco.
Lie es un tema con tintes arábigos, de potentes riffs y un predominante teclado que se envuelve con los demás instrumentos para dejar que LaBrie cante algunas de sus líneas a todo pulmón. Otra parte a destacar es la ligera sección de The Mirror que se empieza a construir al minuto 5:00 como puente a un solo de guitarra. La letra narra los iracundos sentimientos por parte del talentoso teclista.
El momento de protagonismo para John Myung llegó, y es en la balada Lifting Shadow of a Dream, donde el bajo construye la forma del tema en el que los demás instrumentos le complementan, iniciando en una oscura y misteriosa pero a la vez esperanzadora línea de notas. Un bonito tema que sirve de perfecta antesala a las 2 majestuosas composiciones siguientes.
Scarred es una magnífica canción que llega a los 11 minutos, donde James LaBrie una vez más realiza un trabajo que roza con la perfección, alcanzando las notas altas como los grandes y manejando con comodidad su registro más bajo del que hace uso a lo largo de todo el tema. Probablemente en esta canción esté el mejor trabajo que James ha realizado con Dream Theater, verdaderamente magnífico. En cuanto a la letra, le encuentro cierta relación con A Mind Beside Itself, pero eso queda a su juicio. El mejor tema de Awake, si gustan del buen metal progresivo esta canción es un claro ejemplo de cómo debe ser un tema largo, sin convertirse en cansino o aburrido, abundante en cuanto a recursos, técnicas y buenas letras.
Space-Dye Vest es uno de los temas más emocionales que haya tenido la oportunidad de escuchar, donde Moore, el arquitecto de esta canción, toca una melancólica canción en el piano… la interpretación del tema sólo transmite tristeza y depresión, un verdadero nudo en la garganta. Un tema que seguramente saca las lágrimas a más de uno y que si no se encuentra bien mentalizado podría resultar agotador, un cierre poco esperanzador pero aún así brillante.
No es el final feliz de la historia de Petrucci sobre el hombre que alcanzó la fe, más bien es el salto del puente al vacío, con una opresión en el pecho que no le deja vivir… y aunque el tema no trate precisamente sobre eso o esté conectado de alguna manera a los de John Petrucci, ésa es la sensación que deja en su monótona y triste marcha hacia el final.
Dream Theater se consolidó como una de las mejores bandas de Metal Progresivo de la historia con este y sus primeros 2 discos, todos impresionantes y complicadas obras que plantaron el germen progresivo en una nueva generación en la que la música de 3 acordes pululaba en todos los medios.
Y podrían ser jóvenes, pero Awake es un álbum maduro e inteligente, con letras profundas que narran diversas historias sobre problemas psicológicos, a veces esperanzadoras y a veces no. Awake es una obra maestra, un disco fundamental y que marca un antes y un después en la historia del Metal progresivo. Y como toda obra maestra, no se le puede dar menos que la calificación máxima, 10/10 o 5 cuernos, como ustedes lo prefieran.
Fuente: Elportaldelmetal
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