Descripción
Probablemente no hubo un disco en la carrera del poeta y cantautor canadiense que haya representado un cambio estético más notable que I’m Your Man, para entonces el octavo álbum y apenas el segundo que lanzaba en la década de los 80.
El trabajo anterior, Various Positions (1984), había arrojado los primeros atisbos de actualización en el sonido que acompañaba la voz y textos de Leonard Cohen, pero fue con éste puñado de canciones que asumió la tecnología de la aun incipiente era digital.
Lo más interesante fue el equilibrio logrado entre la nueva orientación musical comandada por secuenciadores, cajas rítmicas, sintetizadores y el novedoso teclado polifónico synclavier, con instrumentos acústicos como el violín y del folclore europeo y del medio oriente como el bouzouki y el ud. Atrás había quedado la construcción minimalista de sus primeros trabajos, con los cuales se dio a conocer en plan trovador.
Varios de los composiciones más conocidas y recurrentes en su repertorio en vivo, forman parte de este trabajo. Lo abre la emblemática “First We Take Manhattan” (Primero tomaremos Manhattan) (grabada dos años antes por Jennifer Warnes para el álbum tributo Famous Blue Raincoat), con su letra visionaria en cuanto al tratamiento de la religión, el terrorismo y el colapso de la sociedad. La segunda voz de Anjani resulta indispensable.
“Ain’t No Cure for Love” (No hay cura para el amor) (también dada a conocer por Warren) es uno de los grandes éxitos del disco y probablemente la más convencional en arreglos y estructura. Entre ambas versiones hay sustanciales cambios en la letra.
Uno de los grandes momentos es “Everybody Knows” (Todo el mundo sabe), co-compuesta por la cantante Sharon Robinson, en la cual la voz de Cohen adquiere una tonalidad especialmente sombría. Destaca la estructura musical dirigida por un bajo de carácter disco-funk sobre la que navega el bouzouki.
Es uno de los temas más versionados de Cohen y que también ha sido utilizado en varias bandas sonoras.
La canción que da nombre el disco, «I’m Your Man«, con la que cierra el lado A, es un tema romántico, de ritmo seductor en tempo valse, con un exquisito solo de sintetizador de Jeff Fisher. Deja abierta el apetito por descubrir el reverso del LP.
“Take This Waltz”, con su sinuoso ritmo de vals, abre el lado B. Es el homenaje al poeta español Federico García Lorca, una de sus influencias, y apareció originalmente en el álbum tributo Poet in New York (1986).
“Jazz Police” es el que más refleja el signo de los tiempos con la batería electrónica y secuencias dominando el desarrollo de la canción, con Cohen y las coristas. Probablemente sea el que menos haya superado la prueba del tiempo.
“I Can’t Forget” presenta al Cohen lascivo y de fino humor, dando paso al último tema, “Tower of Song”, sin duda una de sus composiciones más representativas. El tema posee una estructura austera, con una caja rítmica, su voz profunda en primer plano y los coros femeninos estratégicamente distribuidos.
El ud interpretado por John Bilezikjian hace lo demás y lo acerca quizá a sus tiempos en las islas griegas.
La foto de portada realizada por Sharon Weisz, en la que Cohen aparece comiendo una banana con sus anteojos negros, debajo de su nombre en letras gigantes, es una de sus carátulas más llamativas.
Más allá de los instrumentos utilizados, las canciones pudieron sobrevivir a su momento histórico, adoptando diversas formas sobre un escenario y en las interpretaciones de muchos otros grupos y artistas.
Pasadas las décadas, el contenido de I’m Your Man sigue resonando y enamorando.
Fuente: RevistaLaDosis
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