Descripción
Tras la atrevida aunque quizá algo excesiva experimentación de People’s Instinctive Travels And The Paths Of Rhythm (Jive Records, 1990) y la brillante fusión de jazz y rap alternativo del excelente The Low End Theory (Jive Records, 1991), A Tribe Called Quest consideró que había llegado el momento de explorar territorios sonoros algo más comerciales. Ahora bien, ese calificativo es muy relativo en este caso, como imaginarán los que conozcan los precedentes trabajos, dado que es todo lo comercial que puede ser una música surgida del estudio del trío estadounidense.
Si Midnight Marauders es el más exitoso de su discografía es porque desarrolló un sonido más contundente, más accesible a fin de cuentas. Funky cuando antes era jazzístico, pegadizo en vez de abstracto, hardcore en vez de ‘smooth’ ―de nuevo, todo lo hardcore que pueden ser los raps de Q-Tip y Phife: muy poco comparado con los MCs de 2Pac, por ejemplo―. Ahora bien, ese giro lo realizó sin renunciar a su personalidad o, al menos, no a toda, sin desdibujar su bien definido sonido y mostrando de nuevo un raro talento que resulta muy tentador llamar genialidad. En definitiva, Midnight Marauders fue otra obra redonda, una digna sucesora de The Low End Theory.
En este tercer álbum de estudio, A Tribe Called Quest decidió no seguir desarrollando el jazz-rap que había caracterizado su producción hasta entonces. No cambió del todo, pues aún así aquí suenan samples de Cal Tjader, Woody Shaw, Lou Donaldson o Roy Ayers, pero ya no se trató de su epicentro sonoro. En cambio, sí siguió haciendo de la sencillez una de sus mayores y más bienvenidas virtudes, sin nunca caer en poco imaginativas o esqueléticas producciones.
En cualquier caso, esta vez la gran atracción fue el dúo Q-Tip & Phife, los dos MCs que habían alcanzado ya un entendimiento de índole cuasi mágica, que se complementaban y acompañaban con deslumbrante precisión. Como letristas no estuvieron tan inspirados, pero siguieron combinando piezas desenfadas con temas más serios, como el uso de la despectiva palabra ‘nigga’ ―para referirse a los afroamericanos― en Sucka Nigga.
Por otra parte, volvió a acoger, en Oh My God, al igualmente peculiar Busta Rhymes; ofreció una de sus más memorables y exitosas creaciones, Award Tour; y contó con producción y rap de Large Professor en Keep It Rollin’, que dejó una letra para el recuerdo a propósito de su álbum debut, 1st Class (Matador Records), el mismo que estaba previsto para pocos años después pero que no llegó hasta el 2002.
Fuente: UnPlanetadeSonidos
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